miércoles, 21 de diciembre de 2016

Manejo de Complicaciones Post-Quirúrgicas (parte II)


SISTEMA RESPIRATORIO 
Atelectasia: 
Se aspirará frecuentemente las secreciones, realizar ejercicios respiratorios para provocar la tos, realizar cambios posturales cada 2 horas, favorecer la deambulación y aumentar la ingesta de líquidos. 

Neumonía:
Se administrará antibióticos, fisioterapia respiratoria, drenaje postural, ejercicios de respiración profunda y tos, cultivo de esputos, etc. 

SISTEMA CIRCULATORIO 
Choque hipovolémico: 
Se repondrá líquidos para corregir la hipovelimia, administrará líquidos, controlará las constantes vitales, sondaje vesical para control de la diuresis y análisis de sangre, etc. 

Tromboflebitis: 
Se inmovilizará tanto activa como pasivamente las extremidades inferiores, favorecerá la deambulación precoz, evitará las presiones o posturas incorrectas, aplicará el tratamiento anti-coagulante, etc. 

SISTEMA DIGESTIVO
Obstrucción intestinal
La obstrucción intestinal es la interrupción parcial o total del tránsito continuo del contenido a lo largo del intestino. La mayoría de las obstrucciones intestinales ocurren en el intestino delgado, en la región más estrecha, al íleon.
Causas:
Mecánicas
Adherencias (es una de las causas más frecuentes, ocurre mucho después de la cicatrización quirúrgica). Puede ser por un Vólvulo, invaginación, enfermedad maligna, hernia.
Neurogénicas
Íleo paralítico (debido a la manipulación intestinal intraoperatoria, anestésicos, desequilibrio hidroelectrolítico, peritonitis, dehiscencia de herida, entre otras.
Vasculares
Oclusión arterial mesentérica. Choque.

Manifestaciones clínicas
Ocurre con mayor frecuencia entre el tercero y quinto días posteriores a la cirugía. Sin embargo, las causadas por adherencias, pueden ocurrir meses a años después de la cirugía.

✔Dolor abdominal agudo tipo cólico, con periodos libres de dolor, que al principio es localizado y puede dar la pauta en la localización del problema. La ingestión de alimentos suele aumentar la intensidad del dolor.
✔Ausencia o disminución de ruidos abdominales, ante la presencia de íleo paralítico. La obstrucción causa ruidos intestinales altos tipo “tintineo metálico” por arriba del nivel afectado.
✔Distensión abdominal, la peritonitis provoca que el abdomen se torne hipersensible y rígido.
Cuando la obstrucción es completa, el contenido intestinal regresa al estómago y produce vómito.
Cuando la obstrucción es parcial e incompleta puede presentarse de diarrea.
Si la obstrucción no tiene resolución, continúan los vómitos, la distensión se vuelve más intensa, el paciente presenta choque hipovolémico y sobreviene la muerte.
La utilización del cómodo permite que el paciente no se mueva de su cama y pueda eliminar fácilmente.

Tratamiento
✔Tratar la causa.
✔Aliviar la distensión abdominal por medio de la colocación de una sonda nasogástrica.
✔Restitución de líquidos y electrólitos.
✔Vigilar el estado hidroelectrolítico, en especial de sodio y potasio, así como el equilibrio ácido base.
✔Tratamiento quirúrgico si no se resuelve la obstrucción.

Acciones de enfermería
✔Vigilancia estrecha ante la presencia de signos de choque.
✔Valorar la distensión abdominal, midiendo el perímetro abdominal y llevar el registro en el expediente clínico
✔Vigilar y documentar las características del vómito y del drenaje nasográstrico.
✔Administrar analgésicos por prescripción médica (los opiáceos alteran el peristaltismo).
✔Brindar apoyo y confianza al paciente, favorecer su comodidad.

SISTEMA TEGUMENTARIO
Infecciones de herida quirúrgica 
Se presentan durante la primera semana del post-operatorio y el 90% se diagnostica a los quince días.
 La infección de herida quirúrgica continúa siendo una de las complicaciones postoperatorias más frecuentes; aumenta el riesgo del paciente y en ocasiones nulifica el objetivo de la cirugía, aumenta la estancia hospitalaria, la utilización de antibióticos y material de curación .
Además del riesgo que corre el paciente de adquirir otras infecciones intrahospitalarias. 
Sin olvidar  las consecuencias psicológicas de un padecimiento prolongado y doloroso se hacen más presentes. 
Por esto se debe mantener una vigilancia epidemiológica adecuada de las infecciones de herida quirúrgica, con fines de control y prevención de las mismas.

Clasificación
La clasificación de las heridas se hace de acuerdo al grado de contaminación bacteriana: 
Limpia - Tipo 1:
-Cirugía electiva no traumática.
-Cierre primario de herida sin drenajes.
-Sin evidencia de inflamación o de infección.
-Cirugía electiva o de urgencia.

Contaminada -Tipo II:
-Cambios macroscópicos de inflamación. Sin evidencia de infección.
-Incisión controlada de vías digestivas, genitourinarias, respiratorias u orofaríngeas.
-Puede haber “ruptura menor” de las técnicas asépticas.
-Colocación de drenajes y llevar a cabo ostomías.

Contaminada- Tipo III:
-Cirugía de urgencia (traumatismo, enfermedad inflamatoria aguda).
-Salida de contenido gastrointestinal.
-Incisión de vías biliares, genitourinaria, respiratoria u orofaringe con infección presente.
-Ruptura mayor” de la técnica aséptica.
-Incisión con presencia de inflamación no purulenta.

Sucia con tejido Tipo IV
-Cirugía de urgencia (traumatismo, enfermedad inflamatoria aguda) desvitalizado, cuerpos extraños retenidos, contaminación fecal, bacteriana o ambas por perforación de víscera hueca.
-Inflamación e infección aguda, con presencia de pus detectada durante la intervención quirúrgica.

Causas
Exposición prolongada de los tejidos durante la cirugía, obesidad mórbida, la edad avanzada, anemia y desnutrición, tienen relación directa con la infección.
El agente infeccioso que más comúnmente se ha aislado es el Staphylococcus aureus, seguido por S. epidermidis, E. coli, P. aeruginosa, Enterobacter, Klebsiella y Proteus.

Los factores que afectan la extensión de una infección incluyen:
a) Localización, naturaleza y condiciones de la herida.
b) Respuesta inmunológica del paciente.
c) Presencia de aporte sanguíneo adecuado a la herida, grado de espacio muerto o hematoma.
d) Presencia de cuerpo extraño o tejido desvitalizado.
e) Estado prequirúrgico del paciente como edad avanzada, presencia de infección, diabetes no controlada, insuficiencia renal, obesidad, terapia con corticosteroides, inmunosupresores, antibioticoterapia prolongada, anemia, deficiencias nutricionales, desequilibrio hidroeletrolítico.

Manifestaciones clínicas
✔Enrojecimiento, tumefacción, excesiva hipersensibilidad en el área de la herida (dolor).
✔Estrías rojas en la piel cercana a la herida y olor fétido.
✔Secreción purulenta de la incisión o de algún drenaje colocado en el tejido subcutáneo o de aponeurosis si se trata de infección de la herida quirúrgica profunda.
✔Ganglios linfáticos dolorosos e inflamados en la región axilar o inguinal o cercanos a la herida.
✔Fiebre de 38 C que va en aumento, igual que la intensidad del dolor.
✔Presencia de absceso o evidencia de infección observada durante los procedimientos diagnósticos.


La presencia de febrícula transitoria se debe a necrosis hística, hematoma o cauterización. 
La fiebre e hipertermia sostenida pueden ser el indicio de cuatro complicaciones 
post-operatorias frecuentes como: atelectasia (en el transcurso de las 48 horas
 post-operatorias), infecciones de heridas (entre 5 a 30 días posteriores);
 la infección de vías urinarias ( 5 a 8 días posteriores) y tromboflebitis 
(entre 7 y 14 días posteriores).
Acciones de enfermería
✔Respetar las reglas establecidas para realizar la intervención quirúrgica (tema contenido en este manual).
✔Recordar que cuando la herida tenga exudado, fibrina, grasa o tejido muerto, sus bordes no deben suturarse por cierre primario, sino que se debe esperar a suturar para un cierre secundario.
✔Llevar a cabo las técnicas de asepsia estricta cuando se realice la curación de la herida quirúrgica.
✔Vigilar y documentar el volumen, características y localización del drenaje de la herida. Asegurarse que los drenes están funcionando adecuadamente.
✔Atención de herida quirúrgica infectada


Luego se toma cultivo de la secreción y se envía a laboratorio para estudio bacteriológico.
Para la curación de la herida se recomienda utilizar un antiséptico a base de cloroxidante electrolítico de amplio espectro antimicrobiano, el cual ha demostrado su efectividad contra bacterias grampositivas y gramnegativas ácido resistentes, hongos, virus y esporas. Además la acción antimicrobiana se desarrolla a un pH similar al fisiológico, lo que preserva los tejidos de agresiones químicofísicas.
Según las condiciones de la herida se deben realizar irrigaciones durante la curación con solución especializada, utilizando una jeringa asepto. Se puede insertar un dren o taponear la herida con gasa estéril o bien aplicarse apósitos húmedos.
Administrar antibióticos por prescripción médica.

Dehiscencia de herida (Evisceración)
Por lo general ocurre entre el quinto u octavo día post-operatorio, y con mayor frecuencia se presenta en intervenciones quirúrgicas abdominales. 

Entre los factores que se relacionan con esta complicación podemos mencionar:
a) Puntos de suturas no seguros, inadecuados o excesivamente apretados (esto altera el aporte sanguíneo).
b) Hematomas, seromas.
c) Infecciones, tos excesiva, distensión abdominal.
d) Nutrición deficiente, inmunosupresión, uremia, diabetes, uso de glucocorticoides.

Medidas preventivas
a) Colocar faja o vendaje abdominal al paciente anciano u obesos o con paredes abdominales débiles o péndulas.
b) Instruir al paciente a que se sostenga la herida cuando realice algún esfuerzo (vomitar o toser).
c) Mantener la vigilancia ante la presencia de distensión abdominal y aliviarla.

Manifestaciones clínicas
✔Salida repentina de líquido serosanguinolento de la herida quirúrgica.
El paciente refiere que algo “se deshizo” súbitamente en la herida.
✔En herida intestinal, los bordes pueden separarse y salir los intestinos en forma gradual.
Por lo que es necesario observar si existe drenaje líquido peritoneal en el apósito (líquido claro o serosanguinolento).

Acciones de enfermería
✔Permanecer con el paciente para tranquilizarlo y notificar al cirujano de inmediato.
✔Si están los intestinos expuestos, cubrirlos con apósitos estériles y humedecidos con solución para irrigación.
✔Vigilar los signos vitales y valorar si hay presencia de choque.
✔Conservar al paciente en reposo absoluto.
✔Dar instrucciones al paciente para que flexione lentamente sus rodillas y colocarlo en posición semifowler para disminuir la tensión sobre el abdomen.
✔Preparar al paciente para intervención quirúrgica y reparación de la herida.
✔Manifestar al paciente que su herida recibirá el tratamiento adecuado; intentar mantenerlo tranquilo y relajado, sobre todo mantener la calma.

CUIDADOS AL ALTA HOSPITALARIA 
El alta suele producirse durante el 3-5 día dependiendo de
- Tipo de intervención quirúrgica. 
- Condiciones de salud física y psíquica. 
- Condiciones socio-familiares. 

El profesional planificará sus actuaciones para el alta en cuanto: a un programa de educación que contenga: educarlo para que realice su autocuidado y con ello su independencia.

 Hay aspectos comunes sobre los que habrá que proporcionar información y enseñanza:
- Cuidados de la herida quirúrgica.
- Actividad y ejercicio que el paciente debe realizar.
- Dieta y restricciones dietéticas. 
- Eliminación urinaria y fecal. 

La enseñanza se realizará verbal y prácticamente, pero deberá ser reforzada con documentación escrita que se le facilitará los cuidados.

*Fuentes Consultadas: Hemofilia Tenerife; Adam; otros .

domingo, 4 de diciembre de 2016

Manejo de Complicaciones Post-Quirúrgicas (parte I)

Ante las complicaciones post-operatorias, el personal de enfermería debe tener la capacidad de identificar las posibles complicaciones para otorgar un tratamiento oportuno, por lo que a continuación mencionaremos algunas de estas complicaciones:

Choque

La colocación del catéter central es una parte del tratamiento de la complicación del choque.

El choque es una respuesta del organismo a una disminución del volumen circulante de sangre; se deteriora el riesgo tisular y termina finalmente en hipoxia celular y muerte, el cual puede ser de origen hipovolémico, séptico, cardiogénico, neurogénico y anafiláctico.

Acciones preventivas
  • Vigilar signos y síntomas tempranos de choque (ya mencionados).
  • Vigilar estado hidroelectrolítico.
  • Tener sangre disponible, por si existiera la indicación de que pudiese ser necesaria.
  • Medir con precisión la hemorragia.
  • Vigilar con frecuencia los signos vitales y valorar sus desviaciones. La hipertensión ortostática es un indicador de que existe choque hipovolémico.
  • Realizar acciones de prevención de infecciones (cuidado de catéteres intravenosos, sondas a permanencia, cuidado de heridas) para minimizar el choque séptico.
Tratamiento
  • Conservar la vía aérea permeable, así como la administración de oxígeno por catéter o mascarilla.
  • Controlar la hemorragia.
  • Colocar al paciente en la posición fisiológica más aconsejable para evitar el choque (Trendelenburg).
  • Asegurar el retorno venoso adecuado, colocar catéter central, administración de líquidos expansores del plasma y sangre, medición de la PVC.
  • Vigilar la cuantificación de gases arteriales, mantener el equilibrio ácido base y control del hematócrito.
  • Colocar sonda foley (si el paciente no la tiene colocada) y vigilar la diuresis horaria.
  • Administración de antibioticoterapia para contrarrestar la infección.
Hemorragia

La hemorragia es el escape copioso de sangre de un vaso sanguíneo, la cual se puede presentar durante la cirugía o en las primeras horas posteriores a ésta, y primeros días después de la misma.

En cuanto a las características de su origen:

a) Capilar: Su flujo es lento, se manifiesta como exudación capilar.
b) Venosa: Su flujo es a borbollones de color rojo oscuro.
c) Arterial: Su flujo es a chorro y de color rojo brillante.
En relación a su localización:
a) Evidente o externa hemorragia visible en forma superficial.
b) Interna (oculta) hemorragia no observable.

Manifestaciones clínicas
  • Aprensión, inquietud, sed, piel fría, húmeda, pálida y palidez peribucal.
  • Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, hipotensión e hipotermia.
  • Conforme aumenta la progresión de la hemorragia,se disminuirá el gasto cardiaco y la presión del pulso, disminución de hemoglobina, hematócrito y de no corregirse a tiempo, puede llegar a causar la muerte.

Tratamiento

El tratamiento es el mismo protocolo utilizado en el choque (ya mencionado con anterioridad).
Inspeccionar la herida como posible sitio de hemorragia y aplicar vendaje compresivo sobre el sitio de la hemorragia externa, como medida inicial. Si se sospecha de una hemorragia interna, se realizarán exámenes radiológicos pertinentes y tratamiento quirúrgico.
Aumentar el flujo de los líquidos intravenosos y administración de sangre tan pronto como sea posible.
Las transfusiones sanguíneas numerosas y rápidas pueden conducir a una coagulopatía y prolongar el tiempo de sangrado. Por lo que el paciente debe estar bajo vigilancia estrecha ante la presencia de signos de tendencia hemorrágicos aumentados, posteriores a la transfusión.

Tromboflebitis profunda

La tromboflebitis se presenta en las venas pélvicas o profundas de las extremidades inferiores en los pacientes post-operatorios, con mayor frecuencia en cirugías de cadera, seguida por prostatectomía retropúbica y cirugía torácica y abdominal, la cual depende de la complejidad de la cirugía y la gravedad fundamental de la enfermedad. Se considera que los trombos venosos localizados por arriba de la rodilla, son la principal fuente de tromboembolia pulmonar.

Causas

a) Lesión de la capa interior de la pared venosa.
b) Estasis venosa.
c) Hipercoagulopatía, policitemia.
d) Entre los factores de riesgo se encuentran la obesidad, inmovilidad prolongada, cáncer, tabaquismo, edad avanzada, venas varicosas, deshidratación, esplenectomía y procedimientos ortopédicos

Manifestaciones clínicas

La gran mayoría de las trombosis venosas profundas son asintomáticas.
  • Dolor o calambre en la pantorrilla o en el muslo, que evoluciona hasta presentar una tumefacción dolorosa en toda la pierna.
  • Fiebre ligera, escalofrío y transpiración.
  • Hipersensibilidad notable sobre la cara anteromedial del muslo.
La flebotrombosis puede presentar coagulación intravascular, sin datos de inflamación notable.
En la trombosis venosa profunda la circulación distal puede estar alterada si existe inflamación importante.
No se debe pasar por alto una molestia o dolor ligero en la pantorrilla. El peligro inherente en la trombosis femoral es que puede desprenderse un coágulo y producir un émbolo pulmonar.

Acciones de enfermería
  • Mantener la hidratación adecuada del paciente en la etapa post-operatoria, evitando así la hemoconcentración.
  • Colocar medias antiembólicas, en el periodo pre-operatorio (preferentemente) o vendaje de miembros inferiores.
  • Propiciar la deambulación temprana, de no ser posible, realizar ejercicios pasivos de las piernas.
  • Evitar cualquier dispositivo, como correas oropa ajustadas que pudiesen limitar la circulación.
  • Evitar la fricción o masaje de pantorrillas o muslos. Asimismo, la colocación de cojines o rollos para la pantorrilla en los pacientes con riesgo por el peligro de hacer presión en los vasos que se localizan bajo la rodilla.
  • Evitar la colocación de catéteres intravenosos en las extremidades inferiores.
  • Instruir al paciente para que evite estar de pie o sentado o cruzar las piernas durante periodos prolongados.
  • Valorar los pulsos periféricos, el llenado capilar y la sensación en las extremidades inferiores.
  • Verificar la presencia de signo de Homan: Dolor en la pantorrilla al realizar la dorsiflexión del pie. El 30% de los pacientes con trombosis venosa profunda presentan este signo.
  • Aplicar pantalón neumático durante la etapa trans-operatoria y en el post operatorio, a los pacientes con mayor riesgo (con él se aplican presiones de 20 a 35 mmHg desde el tobillo hasta el muslo, con el cual se aumenta el riego sanguíneo y se mejora la circulación.
  • Iniciar tratamiento con anticoagulantes por prescripción médica.
El movimiento de piernas es bueno para evitar el dolor o calambre que se presenta en las trombosis venosas.

Complicaciones pulmonares

Los antecedentes que predisponen a una complicación pulmonar pueden ser: Infección de vías respiratorias superiores, regurgitación o aspiración de vómito, antecedentes de tabaquismo intenso, enfermedades respiratorias crónicas y obesidad, entre otras.

Atelectasia

La atelectasia ocurre las primeras 48 horas posteriores a la cirugía, en la que existe una expansión incompleta del pulmón o una parte del mismo, se atribuye a la falta de respiraciones profundas periódicas. Éste puede ocurrir cuando un tapón de moco cierra un bronquiolo, lo que provoca que se colapsen los alveolos que se encuentran distales a dicho tapón, dando como resultado la disfunción respiratoria. 

Los signos que se pueden manifestar son
Taquipnea leve a intensa, taquicardia, tos, fiebre, hipotensión, disminución de los ruidos respiratorios y de la expansión torácica del lado afectado.

Broncoaspiración

Es causada por aspiración de alimentos, contenido gástrico, agua o sangre en el sistema traqueobronquial. Se debe considerar que los anestésicos y los narcóticos deprimen el sistema nervioso central, originando la inhibición del reflejo nauseoso y tusígeo. Una broncoaspiración abundante tiene una mortalidad del 50%. 

Los síntomas dependen de la gravedad de la broncoaspiración, por lo general aparecen datos de atelectasia inmediata a la broncoaspiración, taquipnea, disnea, tos, broncospasmo, silbilancias, ronquidos, estertores, hipoxia y esputo espumoso.

Neumonía

La neumonía es una respuesta inflamatoria en la cual el gas alveolar queda reemplazado por material celular. En los pacientes post-operatorios por lo general el agente etiológico son por gramnegativos debido a la alteración de los mecanismos de defensa bucofaríngeos. 

Los factores predisponentes incluyen
Atelectasia, infección de vías respiratorias superiores, secreciones abundantes, broncoaspiración, intubación o traqueostomía prolongada, tabaquismo, deterioro de las defensas normales del huésped (reflejo tusígeo, sistema mucociliar, actividad de macrófagos alveolares).

Los síntomas que se advierten son: Disnea, taquicardia, dolor torácico pleurítico, fiebre, escalofríos, hemoptisis, tos, secreciones espesas verdosas o purulentas y disminución de los ruidos respiratorios en el área afectada.

Acciones de enfermería

Para la embolia pulmonar, la medición de la tensión arterial es fundamental.

  • Vigilar cuidadosamente la aparición de signos y síntomas en el paciente como: 

Presencia de febrícula o fiebre, elevación de la frecuencia cardiaca y respiratoria, dolor torácico, signos de disnea y tos. También es importante valorar el nivel del estado de conciencia, manifestación de aprensión e inquietud.

  • Facilitar la función respiratoria por medio de:

a) Fisioterapia torácica y cambios posturales frecuentes.
b) Ejercicios respiratorios por medio de un espirómetro, o cualquier dispositivo que propicie la expansión y ventilación pulmonar con más eficacia. También se puede pedir al paciente que realice 10 respiraciones profundas y luego la sostenga, contar hasta cinco y exhalar.
c) Estimular al paciente a que tosa para eliminar las secreciones. No olvidar que el paciente debe tener protegida la herida quirúrgica ante este esfuerzo.
d) Deambulación temprana, que sea prescrita por el médico.

  • Iniciar el tratamiento específico:

a) Administrar nebulizaciones por prescripción médica para fluidificar las secreciones.
b) Colocar al paciente en posición fowler, semifowler o rossier para facilitar la función respiratoria.
c) Administración de oxígeno por prescripción médica.
d) Estimular la ingestión de líquidos orales, ayuda a fluidificar las secreciones y facilita su expectoración.
e) Administrar antibioticoterapia por prescripción médica.

Embolia pulmonar

La embolia pulmonar se presenta por la obstrución de una o más arteriolas pulmonares, que puede deberse a la presencia de un émbolo que se origina en algún sitio del sistema venoso o en el hemicardio derecho. Cuando se presenta en la etapa post-operatoria, en la mayoría de los casos los émbolos se forman en las venas pélvicas o ileofemorales, se desprenden y viajan hacia los pulmones.

Manifestaciones clínicas
  • Dolor agudo penetrante en el tórax.
  • Ansiedad.
  • Disnea, taquipnea e hipoxemia.
  • Cianosis.
  • Diaforesis profusa.
  • Dilatación pupilar.
  • Pulso rápido e irregular, que se vuelve imperceptible.
Acciones de enfermería
  • Administración de oxígeno por catéter nasal o mascarilla.
  • Colocar al paciente en posición fowler si no existe contraindicación.
  • Vigilar constantemente los signos vitales
  • Control de E.C.G.
  • Establecer el protocolo de tratamiento para choque e insuficiencia cardiaca según las condiciones del paciente.
  • Administrar analgésico por prescripción médica para controlar el dolor.
  • Preparar al paciente para tratamiento trombolítico.

*Fuente Consultada

Cuidados Generales de Enfermería Post-Quirúrgica


Este periodo se inicia cuando el paciente una vez recuperado de la anestesia y estabilizado su estado posquirúrgico es trasladado a la unidad de hospitalización.

Tan pronto como se haya colocado en la cama de la unidad el profesional de enfermería realizará una rápida valoración de la situación del paciente en cuanto a: 

- Registrar las constantes vitales cada media hora durante las primeras horas. 
- Valorar la permeabilidad de las vías respiratorias y la necesidad de aspiración. 
- Valorar el estado respiratorio general: profundidad, ritmo y características.
- Observa el estado de la piel en cuanto a temperatura y color. 
- Valorar el apósito quirúrgico, y los drenajes si los hay. 
- Valorar pérdidas hemáticas si las hay. 
- Realizar una valoración neurológica cada 15 minutos, para comprobar las repuestas sensoriales y motoras y el nivel de consciencia. 
- Controlar todos los catéteres, apósitos y vendajes. 
- Controlar las pérdidas de líquidos por cualquiera de las vías de salida, apósitos, drenajes y sondas. 
- Controlar la diuresis, al menos cada media hora. 
- Valorar la necesidad de sondar al paciente si la vejiga está distendida y sino orina en las 6-8 horas de la cirugía. 
- valorar y paliar la presencia de dolor, náuseas y vómitos. 
- controlar los efectos de la medicación administrada. 
- Colocar al paciente en una posición cómoda que facilite la ventilación. 
- Mantener informada a la familia.
- Valoración de las directrices postoperatorias del cirujano y el anestesista. Después de llevar a cabo la valoración inicial completa del paciente y satisfacer las necesidades más inmediatas, el profesional de enfermería autorizará la visita de los familiares para explicarles: 
- Como se encuentra el enfermo. 
- Si los signos vitales son estables.
- Objetivos y observación de los diferentes drenajes. 
- Vías intravenosas de los sueros. 
- Adormecimiento del paciente. 
- Ante cualquier cambio avisar inmediatamente al profesional de enfermería. 

PROBLEMAS Y MOLESTIAS POSTOPERATORIAS QUE REQUIEREN CUIDADOS 

El paciente presenta una seria de molestias y problemas de diversa entidad, que pueden ser aliviados por el tratamiento médico y los cuidados de enfermería adecuados. Estos pueden ser causa de complicaciones sino son tratados en su momento. 

DOLOR 
- Identificar la localización. 
- Advertirle del dolor en la garganta. 
- Informarle de posibles molestias y dolores articulares. 
- Interpretar a fondo su función respiratoria antes y después de la administración de analgésicos. 
- Analizar la persistencia de dolor agudo, durante varios días, puede ser indicativo de la infección quirúrgica. 

HIPOTERMIA 
- El 60% de los pacientes experimentan tener una temperatura central inferior a los límites normales. Una hipotermia generalizada ocurre cuando el paciente presenta temperatura inferior a las 35ºC durante el postoperatorio con una ligera subida durante 24-48 horas. 
- Iniciar inmediatamente las medidas de calentamiento, activas y pasivas para evitar que comience con escalofríos y temblores. 

HIPERTERMIA 
- Horas después de la cirugía es posible que experimente una ligera subida de temperatura, que puede mantenerse durante 24-48 horas. 
- Iniciar la toma de temperatura cada 4-6 horas. 

NÁUSEAS Y VÓMITOS 
- Problema frecuente en el postoperatorio. Ocasionado por el vaciamiento gástrico inadecuado. 
- Puede estar producido por dolor intenso, distensión abdominal, miedo, medicamentos, comer y beber antes de haber reanudado el peristaltismo, iniciación de reflejo de náuseas, etc. 
- Inclinar la cabeza del paciente hacia un lado. 
- Colocarlo en decúbito lateral. 
- Eliminar la ingesta por vía oral. 
- Indicarle que se sujete la zona de incisión con las manos cruzadas pra aliviarle el dolor.
- Ayudarle a realizarle una higiene bucal con frecuencia. 
- Reiniciarle la dieta por vía oral una vez que los vómitos hayan desaparecido. 

RETENCIÓN URINARIA 
- Problema frecuente en el postoperatorio. Si presenta retención de las 8-10 horas posteriores, se procederá a palpar la vejiga para ver si hay distensión vesical y dolor. 
- Se puede producir por: efecto de la anestesia, analgésicos y narcóticos. 
- Actividades: ayudar al paciente a forzar la diuresis por medio de irrigar la zona perineal con agua tibia, dejar correr el grifo de agua, o bien un pequeño masaje en la zona. Si estas técnicas no dan resultado habrá que sondar al paciente. 

HIPO
- Es el resultado de espasmo intermitentes del diafragma, y se manifiesta con un ruido característico. Suele aparecer tras la cirugía abdominal.
- Las medidas para aliviarlo son: contener la respiración mientras se bebe sorbos de agua, respirar el propio aire expulsado en una bolsa de papel y presión digital sobre los glóbulos oculares durante varios minutos. 


*Fuente consultada