Choque
La colocación del catéter central es una parte del tratamiento de la complicación del choque.
El choque es una respuesta del organismo a una disminución del volumen circulante de sangre; se deteriora el riesgo tisular y termina finalmente en hipoxia celular y muerte, el cual puede ser de origen hipovolémico, séptico, cardiogénico, neurogénico y anafiláctico.
Acciones preventivas
- Vigilar signos y síntomas tempranos de choque (ya mencionados).
- Vigilar estado hidroelectrolítico.
- Tener sangre disponible, por si existiera la indicación de que pudiese ser necesaria.
- Medir con precisión la hemorragia.
- Vigilar con frecuencia los signos vitales y valorar sus desviaciones. La hipertensión ortostática es un indicador de que existe choque hipovolémico.
- Realizar acciones de prevención de infecciones (cuidado de catéteres intravenosos, sondas a permanencia, cuidado de heridas) para minimizar el choque séptico.
- Conservar la vía aérea permeable, así como la administración de oxígeno por catéter o mascarilla.
- Controlar la hemorragia.
- Colocar al paciente en la posición fisiológica más aconsejable para evitar el choque (Trendelenburg).
- Asegurar el retorno venoso adecuado, colocar catéter central, administración de líquidos expansores del plasma y sangre, medición de la PVC.
- Vigilar la cuantificación de gases arteriales, mantener el equilibrio ácido base y control del hematócrito.
- Colocar sonda foley (si el paciente no la tiene colocada) y vigilar la diuresis horaria.
- Administración de antibioticoterapia para contrarrestar la infección.
La hemorragia es el escape copioso de sangre de un vaso sanguíneo, la cual se puede presentar durante la cirugía o en las primeras horas posteriores a ésta, y primeros días después de la misma.
En cuanto a las características de su origen:
a) Capilar: Su flujo es lento, se manifiesta como exudación capilar.
b) Venosa: Su flujo es a borbollones de color rojo oscuro.
c) Arterial: Su flujo es a chorro y de color rojo brillante.
En relación a su localización:
a) Evidente o externa hemorragia visible en forma superficial.
b) Interna (oculta) hemorragia no observable.
Manifestaciones clínicas
- Aprensión, inquietud, sed, piel fría, húmeda, pálida y palidez peribucal.
- Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, hipotensión e hipotermia.
- Conforme aumenta la progresión de la hemorragia,se disminuirá el gasto cardiaco y la presión del pulso, disminución de hemoglobina, hematócrito y de no corregirse a tiempo, puede llegar a causar la muerte.
Tratamiento
El tratamiento es el mismo protocolo utilizado en el choque (ya mencionado con anterioridad).
Inspeccionar la herida como posible sitio de hemorragia y aplicar vendaje compresivo sobre el sitio de la hemorragia externa, como medida inicial. Si se sospecha de una hemorragia interna, se realizarán exámenes radiológicos pertinentes y tratamiento quirúrgico.
Aumentar el flujo de los líquidos intravenosos y administración de sangre tan pronto como sea posible.
Las transfusiones sanguíneas numerosas y rápidas pueden conducir a una coagulopatía y prolongar el tiempo de sangrado. Por lo que el paciente debe estar bajo vigilancia estrecha ante la presencia de signos de tendencia hemorrágicos aumentados, posteriores a la transfusión.
Tromboflebitis profunda
La tromboflebitis se presenta en las venas pélvicas o profundas de las extremidades inferiores en los pacientes post-operatorios, con mayor frecuencia en cirugías de cadera, seguida por prostatectomía retropúbica y cirugía torácica y abdominal, la cual depende de la complejidad de la cirugía y la gravedad fundamental de la enfermedad. Se considera que los trombos venosos localizados por arriba de la rodilla, son la principal fuente de tromboembolia pulmonar.
Causas
a) Lesión de la capa interior de la pared venosa.
b) Estasis venosa.
c) Hipercoagulopatía, policitemia.
d) Entre los factores de riesgo se encuentran la obesidad, inmovilidad prolongada, cáncer, tabaquismo, edad avanzada, venas varicosas, deshidratación, esplenectomía y procedimientos ortopédicos
Manifestaciones clínicas
La gran mayoría de las trombosis venosas profundas son asintomáticas.
- Dolor o calambre en la pantorrilla o en el muslo, que evoluciona hasta presentar una tumefacción dolorosa en toda la pierna.
- Fiebre ligera, escalofrío y transpiración.
- Hipersensibilidad notable sobre la cara anteromedial del muslo.
En la trombosis venosa profunda la circulación distal puede estar alterada si existe inflamación importante.
No se debe pasar por alto una molestia o dolor ligero en la pantorrilla. El peligro inherente en la trombosis femoral es que puede desprenderse un coágulo y producir un émbolo pulmonar.
Acciones de enfermería
- Mantener la hidratación adecuada del paciente en la etapa post-operatoria, evitando así la hemoconcentración.
- Colocar medias antiembólicas, en el periodo pre-operatorio (preferentemente) o vendaje de miembros inferiores.
- Propiciar la deambulación temprana, de no ser posible, realizar ejercicios pasivos de las piernas.
- Evitar cualquier dispositivo, como correas oropa ajustadas que pudiesen limitar la circulación.
- Evitar la fricción o masaje de pantorrillas o muslos. Asimismo, la colocación de cojines o rollos para la pantorrilla en los pacientes con riesgo por el peligro de hacer presión en los vasos que se localizan bajo la rodilla.
- Evitar la colocación de catéteres intravenosos en las extremidades inferiores.
- Instruir al paciente para que evite estar de pie o sentado o cruzar las piernas durante periodos prolongados.
- Valorar los pulsos periféricos, el llenado capilar y la sensación en las extremidades inferiores.
- Verificar la presencia de signo de Homan: Dolor en la pantorrilla al realizar la dorsiflexión del pie. El 30% de los pacientes con trombosis venosa profunda presentan este signo.
- Aplicar pantalón neumático durante la etapa trans-operatoria y en el post operatorio, a los pacientes con mayor riesgo (con él se aplican presiones de 20 a 35 mmHg desde el tobillo hasta el muslo, con el cual se aumenta el riego sanguíneo y se mejora la circulación.
- Iniciar tratamiento con anticoagulantes por prescripción médica.
Complicaciones pulmonares
Los antecedentes que predisponen a una complicación pulmonar pueden ser: Infección de vías respiratorias superiores, regurgitación o aspiración de vómito, antecedentes de tabaquismo intenso, enfermedades respiratorias crónicas y obesidad, entre otras.
Atelectasia
La atelectasia ocurre las primeras 48 horas posteriores a la cirugía, en la que existe una expansión incompleta del pulmón o una parte del mismo, se atribuye a la falta de respiraciones profundas periódicas. Éste puede ocurrir cuando un tapón de moco cierra un bronquiolo, lo que provoca que se colapsen los alveolos que se encuentran distales a dicho tapón, dando como resultado la disfunción respiratoria.
Los signos que se pueden manifestar son:
Taquipnea leve a intensa, taquicardia, tos, fiebre, hipotensión, disminución de los ruidos respiratorios y de la expansión torácica del lado afectado.
Broncoaspiración
Es causada por aspiración de alimentos, contenido gástrico, agua o sangre en el sistema traqueobronquial. Se debe considerar que los anestésicos y los narcóticos deprimen el sistema nervioso central, originando la inhibición del reflejo nauseoso y tusígeo. Una broncoaspiración abundante tiene una mortalidad del 50%.
Los síntomas dependen de la gravedad de la broncoaspiración, por lo general aparecen datos de atelectasia inmediata a la broncoaspiración, taquipnea, disnea, tos, broncospasmo, silbilancias, ronquidos, estertores, hipoxia y esputo espumoso.
Neumonía
La neumonía es una respuesta inflamatoria en la cual el gas alveolar queda reemplazado por material celular. En los pacientes post-operatorios por lo general el agente etiológico son por gramnegativos debido a la alteración de los mecanismos de defensa bucofaríngeos.
Los factores predisponentes incluyen:
Atelectasia, infección de vías respiratorias superiores, secreciones abundantes, broncoaspiración, intubación o traqueostomía prolongada, tabaquismo, deterioro de las defensas normales del huésped (reflejo tusígeo, sistema mucociliar, actividad de macrófagos alveolares).
Los síntomas que se advierten son: Disnea, taquicardia, dolor torácico pleurítico, fiebre, escalofríos, hemoptisis, tos, secreciones espesas verdosas o purulentas y disminución de los ruidos respiratorios en el área afectada.
Acciones de enfermería
Para la embolia pulmonar, la medición de la tensión arterial es fundamental.
- Vigilar cuidadosamente la aparición de signos y síntomas en el paciente como:
Presencia de febrícula o fiebre, elevación de la frecuencia cardiaca y respiratoria, dolor torácico, signos de disnea y tos. También es importante valorar el nivel del estado de conciencia, manifestación de aprensión e inquietud.
- Facilitar la función respiratoria por medio de:
a) Fisioterapia torácica y cambios posturales frecuentes.
b) Ejercicios respiratorios por medio de un espirómetro, o cualquier dispositivo que propicie la expansión y ventilación pulmonar con más eficacia. También se puede pedir al paciente que realice 10 respiraciones profundas y luego la sostenga, contar hasta cinco y exhalar.
c) Estimular al paciente a que tosa para eliminar las secreciones. No olvidar que el paciente debe tener protegida la herida quirúrgica ante este esfuerzo.
d) Deambulación temprana, que sea prescrita por el médico.
- Iniciar el tratamiento específico:
a) Administrar nebulizaciones por prescripción médica para fluidificar las secreciones.
b) Colocar al paciente en posición fowler, semifowler o rossier para facilitar la función respiratoria.
c) Administración de oxígeno por prescripción médica.
d) Estimular la ingestión de líquidos orales, ayuda a fluidificar las secreciones y facilita su expectoración.
e) Administrar antibioticoterapia por prescripción médica.
Embolia pulmonar
La embolia pulmonar se presenta por la obstrución de una o más arteriolas pulmonares, que puede deberse a la presencia de un émbolo que se origina en algún sitio del sistema venoso o en el hemicardio derecho. Cuando se presenta en la etapa post-operatoria, en la mayoría de los casos los émbolos se forman en las venas pélvicas o ileofemorales, se desprenden y viajan hacia los pulmones.
Manifestaciones clínicas
- Dolor agudo penetrante en el tórax.
- Ansiedad.
- Disnea, taquipnea e hipoxemia.
- Cianosis.
- Diaforesis profusa.
- Dilatación pupilar.
- Pulso rápido e irregular, que se vuelve imperceptible.
- Administración de oxígeno por catéter nasal o mascarilla.
- Colocar al paciente en posición fowler si no existe contraindicación.
- Vigilar constantemente los signos vitales
- Control de E.C.G.
- Establecer el protocolo de tratamiento para choque e insuficiencia cardiaca según las condiciones del paciente.
- Administrar analgésico por prescripción médica para controlar el dolor.
- Preparar al paciente para tratamiento trombolítico.
*Fuente Consultada
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