El ataque de pánico es una reacción de ansiedad muy intensa, acompañada de la sensación de falta de capacidad para controlar esta reacción, e incluso la convicción de que uno puede llegar a morir en ese momento.
Esta crisis de ansiedad puede producirse en diferentes situaciones (conduciendo, en la calle, etc.), las cuales tenderán a evitarse posteriormente.
Las claves de este desorden hay que buscarlas, por un lado, en el tipo de pensamientos que las provocan,signos o respuestas de alarma, altamente preocupantes, catastróficas (como sensación de muerte inminente, presunto ataque cardíaco, mareos y pérdida de conciencia, agorafobia, etc.); y por otro lado, en la hiperventilación (respiración agitada) que provoca un rapidísimo aumento de activación fisiológica generalizada.
Los pensamientos o interpretaciones catastróficas se originan por una incorrecta interpretación de síntomas de ansiedad (activación fisiológica).
Según la clasificación internacional de trastornos mentales DSM-IV ; los criterios para diagnosticar un ataque de pánico (o crisis de ansiedad) serían los siguientes:
**Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes 13 síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos.
Síntomas:
- Palpitaciones, o
elevación de la frecuencia cardíaca.
- Sudoración.
- Temblores o sacudidas.
- Sensación de ahogo o falta de aliento.
- Sensación de atragantarse.
- Opresión o malestar torácico.
- Náuseas o molestias abdominales.
- Inestabilidad, mareo o desmayo.
- Desrealización o despersonalización.
- Miedo a perder el control o volverse loco.
- Miedo a morir.
- Parestesias.
- Escalofríos o sofocos
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