martes, 9 de agosto de 2016

EL DOLOR

El dolor, que es la “Percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más o menos intensa, molesta o desagradable y que se siente en una parte del cuerpo; es el resultado de una excitación o estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas”.

*Podemos clasificar el dolor en dos grandes bloques:

✓ Neuropático: Es causado por una alteración nerviosa , por ejemplo, el trauma de una raíz nerviosa provocado por una intervención quirúrgica, puede ser punzante, intenso, chocante o penetrante; en cualquier caso es un dolor aberrante difícil de describir por el paciente y que también resulta ser muy persistente ya que no suele responder tan bien como el primero a las terapias convencionales contra el dolor a base de analgésicos y antiinflamatorios .

✓ Nociceptivo: Es en el que nos vamos a centrar, es el captado por los nociceptores. Estos son receptores sensitivos encargados de percibir y transmitir el dolor; entrando esa información en un circuíto corto hacia la médula espinal para así permitir un reflejo de defensa (por ejemplo, cuando tocamos con el dedo la espina de una rosa y automáticamente retiramos la mano), y después hacia el cerebro donde se tratará esta información, será analizada y memorizada. Es el dolor con el que todos estamos familiarizados.
Su localización es a nivel muscular, articular o cutáneo y responde bien a analgésicos y antiinflamatorios.

- Tipos de dolor nociceptivo y sus diferencias.

Dentro de los dolores nociceptivos, vamos a distinguir tres tipos de dolor más frecuentes:

✓ Dolor reflejo:
Es el dolor en una parte determinada del organismo causado por una lesión, que deriva en un dolor que se produce en otra zona de nuestro cuerpo, en cuanto a la intensidad no es inferior al dolor originario, sino que es igual de importante y en ocasiones puede acabar siendo peor y más duradero en el tiempo( por esto es importante identificar la clínica del paciente con su lesión real y no quedarnos únicamente donde manifieste dolor).
Tiene su origen en una lesión primaria, que también ha producido dolor y que el cuerpo automáticamente ha adaptado una nueva postura o hábito con el objetivo de disminuir el dolor primario que acaba originando un dolor secundario al que llamaríamos reflejo.
Por ejemplo, cuando se produce una irritación en el hígado, el diafragma tiene que readaptarse a esa nueva situación, lo que produce un dolor reflejado en las vértebras dorsales y cervicales.

✓ Dolor irradiado:
El dolor irradiado es el producido por una irritación de un tronco o raíz nerviosa, el paciente nota el dolor en el territorio cuya sensibilidad recoge esta raíz , y no en el lugar en el que ésta está siendo comprimida.
Es lo que ocurre por ejemplo en una ciática, que hay una compresión del nervio a nivel lumbar y el paciente tiene una clínica de dolor, adormecimiento o pérdida de fuerza (uno o varios de estos síntomas combinados) de la pierna y no es a ese nivel donde se comprime el nervio.
La prevención también es la clave de no padecer este dolor y a la mínima sospecha, debemos de acudir a nuestro especialista para evitar que el nervio llegue a un punto de compresión que no controle el territorio que inerva.

✓ Dolor referido:
El dolor referido es igualmente un dolor propagado, es decir, percibido a distancia de su origen, pero se diferencia del anterior en que, mientras que en el dolor irradiado las partes lesionadas son las vías de su circuito, en este las vías nerviosas están indemnes.
En el dolor referido la lesión se produce en las estructuras esqueléticas, no en las neurales. Las áreas por las que se extiende este dolor son las correspondientes a las estructuras profundas que provienen de la misma metámera, es decir, aquellas que están inervadas por los nervios que proceden de la misma raíz que la estructura lesionada. La presión sobre un punto en este caso provoca sólo dolor local, mientras que la presión sobre la zona de origen de la lesión origina tanto dolor local como en toda la zona de dolor referido. Este hecho tiene una gran importancia porque su desconocimiento puede ocasionar graves errores diagnósticos.
Dentro de este dolor, encontramos que el visceral o somático.

La mejor relación que podemos tener con el dolor es directamente no padecerla, y en caso de tenerla, consultar al especialista en primera instancia.

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